En alguna ocasión todos hemos
fantaseado con perdernos en una isla desierta. Es cierto que pensamos en esa
posibilidad como una situación idílica. Nos imaginamos disfrutando durante un
tiempo una vida sin presiones laborales, estrés, prima de riesgo, rescate a
Bankia… y con mucho tiempo libre para hacer lo que a uno le plazca. Pero no
todo es lo que parece, no todo es tan perfecto.
A partir de esta premisa el
escritor William Golding elaboró en 1954, con la II Guerra Mundial todavía en
mente, uno de los grandes clásicos de la literatura británica que ha dado que
mucho hablar, El señor de las moscas.
Es una novela distópica, recuerda
en esencia a Un mundo feliz de Aldous
Huxley, que relata las aventuras de un grupo de niños, de entre 6 y 12 años,
que se ven obligados a sobrevivir sin adultos en una isla desierta tras sufrir
un accidente aéreo. Ralph, elegido jefe por la amplia mayoría, dedica todos sus
esfuerzos en mantener encendida una hoguera con el objetivo de ser rescatados,
pero esa obsesión le llevará a ser rechazado por el grupo de cazadores,
liderado por Jack Merridew.
Golding reflexiona sobre la lucha
entre la razón (Ralph) y los instintos primarios (Jack). Vemos cómo la maldad y
el abuso de poder predominan sobre el sentido común y el raciocinio. La
sociedad cede ante la maldad del ser humano.
A pesar de que al principio
resulta un poco monótono y con un ritmo demasiado lento, el relato llega a
enganchar por su crudeza a la hora de contar los enfrentamientos entre los dos
grupos. Asistimos a la pérdida de la inocencia de unos niños. Sin
lugar a dudas, lo mejor, el final.
Cuatro pinceladas
La frase: Piggy era un pelma; su gordura, su asma y sus ideas
prácticas resultaban aburridísimas, pero siempre producía cierto placer tomarle
el pelo, aunque se hiciese sin querer.
El momento: El grupo de enloquecidos niños, liderado por un
exultante Ralph, escenifica la captura de su primer jabalí con el aterrado
Robert representando al animal.
El personaje: Piggy, que sufre constantemente los insultos y burlas
del resto de niños por su aspecto físico, es el único capaz de pensar de forma
coherente y racional.
La
anécdota: La trama del capítulo de Los Simpson Das Bus está basada en la novela, así
como la canción Lord of the flies,
del grupo de heavy metal Iron Maiden.
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