jueves, 24 de noviembre de 2011

Booktrailer, una nueva forma de publicidad literaria

La renovación de la industria tradicional del libro es una realidad. La línea que separa el mundo analógico y el digital se va estrechando con el paso del tiempo. No es difícil encontrar a alguien que utilice ya un ebook habitualmente o que aproveche las ventajas de Internet para comprar las novedades literarias del momento.

Cada vez son más las editoriales, sobre todo las grandes, que optan por utilizar la potencialidad que ofrece la red para publicitar sus productos. De unos años hasta ahora han aparecido nuevas fórmulas de promoción para combatir las bajadas de ventas y atraer nuevos lectores.

En un primer momento, se empezó a ofertar la posibilidad de descargar en las webs oficiales partes del libro, en general el primero capítulo, con el fin de seducir al cliente. Pero lo que está triunfando en la actualidad es el booktrailer o librotrailer, una pieza audiovisual que tiene como objetivo la venta de un libro, en general un bestseller.


El primer booktrailer de la historia se realizó en 2002 en Italia. Un editor llamado Jacopo de Michelis creía que la gente leía cada vez menos, que prefería ir al cine, así que pensó que sería buena idea utilizar los mismos reclamos que la industria cinematográfica.

Estos booktrailer pueden adquirir tantas formas como imagine el autor. Pueden incluir grafismos del espacio donde se sitúa la acción, entrevistas al escritor, pasajes del libro recitadas, etc. Pero todo ello en formato de vídeo. Y debe ser corto y atractivo sin decirle todo al lector, que le suscite interés.

No solo las grandes editoriales se han aprovechado de las ventajas de los booktrailer. La gratuidad y la amplia y rápida difusión de Internet han permitido que, en muchas ocasiones, los propios escritores se hayan decidido por gestionar ellos mismos la labor promocional con el consiguiente aumento de beneficio.

No queda mucho para que en los escaparates de las librerías en vez de ver libros expuestos veamos montajes audiovisuales. O incluso en los cines, que al comienzo de cada película se incluyan trailers literarios en vez de cinematográficos. Aún es pronto para evaluar su éxito. El tiempo nos dirá…


jueves, 17 de noviembre de 2011

El prodigio de Mendoza

Quiero inaugurar este blog con un autor que me ha marcado mucho. Con él he pasado muy buenos momentos desde que cayó en mis manos, de casualidad hace ya unos años, una de sus obras. A partir de ahí no he parado de leerlo. Posiblemente sea uno de los más grandes escritores de la literatura española contemporánea. Este no es otro que don Eduardo Mendoza.

La Ciudad de los prodigios es quizá su novela más importante y completa. Su estilo directo rebosa humor y sátira y hace fácil la lectura. Eduardo Mendoza en estado puro. Narra la evolución de la ciudad de Barcelona a través de una mezcla de géneros. No es una novela exclusivamente de comedia ya que añade tintes del género policiaco, histórico y costumbrista. Podríamos decir que el autor se disfraza de un Mario Puzo irónico “a la española” para contar la vida de Onofre Bouvila, un personaje de origen humilde que gracias a su ambición consigue ser una de las personas más influyentes del país.

Asistimos a las peripecias de Onofre, que llega a la gran ciudad con el objetivo de ganarse la vida a toda costa. Comienza su andadura como repartidor de propaganda anarquista, pero pronto gracias a su don de gentes y su escasa moral consigue escalar en el status social. A lo largo de su vida conocerá personajes cada cual más oscuros y extravagantes.

La acción se desarrolla entre dos Exposiciones Universales en una Barcelona que no puede considerarse como un escenario, sino como un protagonista más. Es una Barcelona provinciana que va cambiando hasta convertirse en una gran urbe gracias a la especulación y a la falta de escrúpulos de una sociedad que solo busca el bien personal.

Mendoza enlaza de manera excepcional la ficción con la realidad. Los personajes ficticios se confunden con los reales y viceversa. Durante la trama aparecen personajes históricos como Primo de Rivera o Alfonso XIII que participan de la acción como uno más. En ocasiones, Mendoza convierte la novela en una mera crónica al plantear datos concretos con una objetividad rigurosa. Por ejemplo, cuando habla del número de habitantes en Barcelona en 1887, simplemente se limita a exponer datos.
  
Cuatro pinceladas

Una frase: Primo no es mal hombre, pero es un poco tonto y como todos los tontos, suspicaz y timorato.

Un momento: Onofre a lo Vito Corleone durante la guerra contra la banda de Alexandre Canals i Formiga

Un personaje: El señor Braulio y sus pintorescos gustos

Una anécdota: En los primeros borradores de la novela, Onofre no era el personaje principal, sino un mero espectador de los hechos.

Después de este análisis, solo me queda recomendaros que leáis esta genial obra, sobre todo a aquellos aficionados a las novelas sobre mafias, pero esta vez con un toque cómico y de sátira. No os va a gustar, os va a encantar. Que no os asusten sus más de 500 páginas porque no reviste ninguna complicación. ¿Y que mejor que disfrutar aprendiendo?