viernes, 27 de enero de 2012

Los cuentos infantiles en el cine

Érase una vez… Así comienzan muchos de los cuentos infantiles que se han escrito a lo largo de la historia. Estas obras para niños han servido en multitud de ocasiones como fuente de inspiración para gran cantidad de cineastas. Es del todo sabido que la literatura siempre ha estado muy unida al cine, y los libros destinados a los más pequeños no iban a ser menos. Veamos algunos ejemplos:

La sirenita
El escritor danés Hans Christian Andersen imaginó en 1837 la historia de una sirenita que anhelaba convertirse en ser humano. Tras enamorarse de un bello príncipe, la protagonista acepta un pacto con una bruja: su voz a cambio de transformarse en humana. Finalmente el amado príncipe prefiere a otra mujer y la sirenita vuelve a su vida bajo el mar.

Fue en 1989 cuando Walt Disney estrenó la película en Estados Unidos, aunque en algunos países se hizo dos años después. El film se basa en un cortometraje de 1940 que nunca llegó a salir a la luz. Podemos apreciar algunas diferencias significativas con respecto al cuento original. Los productores prefirieron cambiar el final y hacerlo feliz. Mientras que en el libro la sirenita no consigue el amor del príncipe, en el film se casan a pesar de las adversidades.



Durante la historia podemos ver diversos “cameos” de personajes de la compañía como Mickey Mouse, Goofy y el Pato Donalds, pero para ello tenemos que estar muy atentos porque apenas se aprecian.

La bella y la bestia
Existen varias versiones, pero la más conocida es la de la escritora Jeanne-Marie Leprince de Beaumont. El cuento narra la historia de amor entre dos personajes muy distintos, una bella mujer y una terrible bestia. Un día un rico mercader se refugia en un castillo aparentemente abandonado. En él vive la bestia. Furioso con aquel por haber cortado una rosa de su jardín, le perdona la vida a cambio de una de sus tres hijas. El mercader elige a Bella, quien se ofrece voluntaria a ocupar su lugar. Finalmente la bestia se convertirá en un apuesto príncipe que vivirá felizmente con su amada Bella tras romperse la maldición de una bruja.

Aunque este cuento contó con varias adaptaciones al cine de alta calidad, como la de Jean Cocteau en 1945, la que tuvo más éxito fue la que realizaron los estudios Disney en 1991. Obtuvo los Óscar a la mejor canción original y a la mejor banda sonora y se convirtió en la primer largometraje de animación nominada al Óscar a la mejor película.


Los dibujantes tuvieron que asistir a clases de vals para que plasmaran lo aprendido en la escena del baile que protagonizan Bella, que se trató tuviera unos rasgos más europeos que los vistos hasta el momento en otras películas de animación, y Bestia, basado en varios animales como el león, el búfalo y el gorila, entre otros.

Blancanieves
La versión más conocida de este popular cuento de hadas es la que publicaron los hermanos Grimm en 1812. Una malvada reina siente envidia por la belleza de su hijastra Blancanieves, así que ordena asesinarla. El soldado que tiene que ejecutar la orden se apiada de ella y la deja escapar por el bosque. Allí, Blancanieves conoce a siete enanitos, con quienes decide quedarse a vivir. Al cabo de un tiempo la madrastra se entera de ello y decide envenenarla con una manzana. Blancanieves muere, pero vuelve a revivir a causa del amor que siente un príncipe hacia ella.

Blancanieves y los siete enanitos es la primera película de animación de Walt Disney Pictures, estrenada en 1937. Ese mismo año, estuvo nominada al Óscar a la mejor banda sonora. Por las técnicas innovadoras utilizadas está considerada como una obra maestra.


En marzo de este año 2012 se estrenará una nueva adaptación que tendrá como título Blancanieves (Mirror, mirror,  en inglés) y estará protagonizada por Lily Collins y Julia Roberts, en el papel de la mala malísima madrastra.



Alicia en el país de las maravillas
Posiblemente sea el cuento infantil más conocido. Escrito en 1865 por Lewis Carroll, el cuento supone una sátira contra la sociedad y educación británica de la época. Cuenta la historia de Alicia, una niña que tras seguir a un conejo blanco vestido con chaqueta y caer en un pozo vivirá múltiples aventuras en un mundo sumamente extraño.



La obra es tan popular que se ha traducido a una gran cantidad de idiomas, entre ellos el esperanto. En 1998 se pagó cerca de un millón y medio de dólares por un ejemplar de la primera edición, convirtiéndose en el cuento infantil más caro.

Alicia en el país de las maravillas cuenta con dos versiones muy distintas. Una primera, de 1951, es la producida por Walt Disney. Esta versión fue acusada por la crítica de tratar de “americanizar” la historia. Para la elaboración de la película fue necesario el trabajo de 750 personas que realizaron más de 350.000 dibujos. Como curiosidad decir que en los créditos del principio está mal escrito el nombre del autor (Carrol, en vez de Carroll).



La otra versión en más reciente. Estrenado en 2010, el film dirigido por Tim Burton y protagonizado por Johnny Depp y Mia Wasikowska combina actores reales con técnicas de stop-motion y captura del movimiento. Obtuvo los Óscar a la mejor dirección artística y al mejor diseño de vestuario.



Estos han sido algunos ejemplos, pero hay muchos más. Algunas películas son mejores que otras, pero sin duda todas nos han acompañado durante nuestra infancia. ¿De cuál guardáis especial recuerdo? ¿Hay alguna que hayáis visto innumerables veces?

viernes, 20 de enero de 2012

El club más famoso

Si os digo Chuck Palahniuk, posiblemente muchos de vosotros no sepáis a quién me estoy refiriendo, pero la cosa cambia cuando nombro El club de la lucha. El escritor y periodista estadounidense se dio a conocer por esta maravillosa e impactante obra que escribió en 1996.

Además de ser un excelente film, dirigido por el gran David Fincher y protagonizada por Edward Norton y Brad Pitt, es una novela cuanto menos peculiar. En esta ocasión se vuelve a cumplir el axioma: es mejor el libro que la película.

La historia comienza de manera explosiva (tanto por la trama como por la cadencia narrativa). En sus primeras páginas, Palahniuk relata la manera de fabricar napalm y nitroglicerina con el objetivo de volar un edificio de ciento noventa y un pisos. Así de directo, sin presentaciones que valgan. Con un ritmo dinámico y fluido, el lector devorará la novela sin apenas darse cuenta.

El protagonista de El club de la lucha tiene una vida, en apariencia, perfecta. Lo tiene prácticamente todo. Un buen trabajo, una buena casa llena de muebles de origen sueco, dinero… Pero le falta algo, y ese algo se traduce en un insomnio crónico que le destroza. Tras probar diferentes tratamientos médicos decide combatir este trastorno acudiendo a sesiones de grupos de apoyo de enfermos terminales. Allí es donde conoce a Marla Singer, una mujer cuya presencia le desconcierta.

Su vida cambiará cuando tras explotar su apartamento conoce en una playa nudista a Tyler Durden. A partir de ahí comienza una fuerte amistad que les llevará a crear un novedoso club, el club de la lucha, cuya primera regla es que no se habla del club de la lucha.

Palahnuik utiliza una narrativa muy visual, llena de flashes. Juega con un lenguaje directo. En ocasiones los párrafos no tienen un nexo de unión, lo que obliga al lector a estar atento. Además, el narrador le hace partícipe a éste dirigiéndose directamente a él: “Tanto se ha hundido el fruto viejo y magullado de mi rostro que pensarías que estoy muerto”.

A través de la novela, el escritor critica la sociedad actual, la sociedad de consumo que ha perdido sus valores. Aboga por la autodestrucción y el empleo de la violencia como forma de redención y escape. Algunos críticos han tachado a la obra de antisistema.

Cuatro pinceladas

La frase: El corazón de Marla tenía el mismo aspecto que mi cara. La inmundicia y la escoria del mundo. Escoria posconsumista que nadie se preocuparía jamás de reciclar.

El momento: El protagonista encañona al joven Raymond K. Hessel para robarle el carnet de conducir a la salida del trabajo y le perdona la vida a cambio de que haga algo con su insignificante existencia.

El personaje: Marla Singer, la única persona que no pertenece al Proyecto Estragos que tiene acceso a la casa de Paper Street.

La anécdota: El club de la lucha está basado en una serie de peleas en las que el escritor participó en los años anteriores a la publicación de la novela.

Por último, aconsejo fervientemente la lectura de esta novela a pesar de que hayáis visto la película porque, aunque la adaptación es fiel, el libro es mucho más completo y tiene una sorpresa final.

viernes, 13 de enero de 2012

La última gran presa de Hemingway

Tras el breve parón navideño comenzamos el nuevo año con uno de los grandes clásicos de la literatura universal, El viejo y el mar de Ernest Hemingway. La novela, que tiene posiblemente tantos detractores como defensores, le valió a su autor para ganar el premio Pulitzer en 1953. Es sin duda su obra más importante y conocida.

La historia se centra en Santiago, un viejo pescador cubano venido a menos que lleva una larga temporada sin una buena captura. Después de 84 días sin suerte, el anciano sale a navegar él solo en su pequeña embarcación. Tras varias horas de espera un pez de grandes dimensiones pica el anzuelo. Ahí comienza una dura lucha entre el viejo y el mar.

El protagonista no solamente pelea por hacerse con el pescado, sino que lo hace también por recuperar la dignidad y el respeto que cree perdidos. Vemos en el anciano el afán de superación del ser humano ante las dificultades que se encuentra en el camino. Asistimos a la lucha del hombre por la vida.

Hemingway es sinónimo de buena narrativa, de literatura sin adornos ni florituras. Como buen periodista que es, utiliza un lenguaje directo y conciso. Por su estilo sobrio, más que una novela, podríamos decir que estamos ante una crónica "de ficción".

Aunque El viejo y el mar puede parecer a primera vista una novela simplona, esconde matices que nos lleva a profundizar en temas complejos: la soledad, la esperanza, la necesidad de reconocimiento por parte de la sociedad… Como siempre Hemingway cuenta más de lo que narra.

Cuatro pinceladas

La frase: Ojala estuviera aquí el muchacho (tantas veces repetida a lo largo de la historia).

El momento: La lucha infructuosa del viejo contra los galanos para defender su valioso trofeo.

El personaje: El joven muchacho Manolín que siente verdadera admiración por Santiago, pero que no es capaz de desobedecer las órdenes de su padre.

La anécdota: En 1950, después de una mala temporada, Di Maggio, jugador de béisbol fuertemente admirado por el protagonista de la historia, bateó tres homeruns para que su equipo ganara su partido 85, el mismo número, en este caso, de días que lleva Santiago sin suerte.