Para evitar las pérdidas
provocadas por la crisis actual, la industria de la música decidió hace unos
años renovarse creando plataformas como Spotify, donde por una cuota mensual
razonable los usuarios pueden disfrutar de sus canciones favoritas sin
limitaciones. Algo parecido sucede en el mundo de cine, pero la renovación va
mucho más lenta y aún no se sabe que dirección escoger. Filmin o Netflix, entre
otras muchas, permiten el visionado de películas a modo de videoclub por un
precio relativamente bajo. Pero, ¿y qué pasa con la literatura?
En los últimos meses han
aparecido en Internet empresas que ofrecen servicios similares a los
anteriores, pero con una diferencia, son audiolibros lo que ofertan.
Audiobook.com permite por 25 dólares al mes el acceso ilimitado a su
biblioteca, compuesta por unos 11.000 audiolibros. A través de su página web y
de la aplicación para móviles podremos disfrutar en streaming de nuestros libros
favoritos. Una pega, son en inglés, pero algo es algo.
Supongo que por el nombre ya imaginaréis
cómo funcionan estos dispositivos, pero aun así intentaré poneros en
antecedentes. El audiolibro es la grabación en voz alta de los contenidos de un
libro. Suelen ser una versión reducida del original por temas de tiempo y
comodidad para el lector/escuchante. No supone realmente una alternativa al
libro tradicional, sino que lo complementa, ya que se puede llevar a cabo en momentos
en los que es imposible leer, como puede ser corremos, conducimos y por qué
no, mientras estamos tumbados en la cama con la luz apagada.
Hay multitud de escritores que
han publicado sus obras en este formado utilizando su propia voz, como es el
caso de Gabriel García Márquez, Mario Benedetti, Julio Cortázar o Stephen King.
Si consigue asentarse en el mercado nacional e internacional esta forma
de literatura puede que se convierta en un aliciente para fomentar la lectura y
para reflotar la industria del libro. ¿Para cuando una plataforma de alquiler
de audiolibros en castellano? ¿Pensáis que tendrá éxito? Tiempo al tiempo…
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